Por lo que se puede leer en El País, en la homilía de ayer, el Papa pidió que el que esté libre de pecado tire la primera piedra en referencia al comunicado que un día antes había sacado la Iglesia pidiendo perdón por los casos de pederastía que han salido a la luz últimamente.
Cosa seria esta del abuso de menores pero no menos serio que, aunque sea indirectamente, el Papa lo compare con el adulterio de la mujer. La mujer, igual que los menores, son dueños de su cuerpo y libres para decidir sus actos, sin que por ello se les pueda condenar ni mucho menos forzar a hacer lo que no quieren. La mujer no pertenece a nadie, ni a su marido, ni a su padre. La Iglesia siguiendo con sus ancentrales creencias sigue potenciando el machismo y la criminalización de la mujer (no nos olvidemos que fue la que os condenó a todos a muerte) dentro de una sociedad patriarcal. No hay más que ver las bodas religiosas donde ante el altar, el padre cede a su hija al novio, dejando de pertenecer la mujer a su padre para pasar a pertenecer a su marido.
Hoy en día existen leyes en el mundo que contemplan la lapidación o el arrojo de ácido a la cara de la mujer «acusada» de adulterio en sociedades poligámicas. No tiene absolutamente nada, pero nada que ver, la pederastia con que una mujer se enamore de a quien a ella le de la gana. Una mujer que es infiel a su marido ni abusa de nadie, ni deshonra a nadie, ni viola a nadie, ni consulca los derechos de nadie; simplemente está ejercitando uno de sus derechos fundamentales: a ser dueña de sí misma.
Siguiendo la estela que propone Asueldo de Moscú yo también lanzo mi piedra y la lanzo con ira, rabia e impotencia porque estos que reducen a los menores y a las mujeres a escoria sigan teniendo altavoces para lanzar sus mensajes humillantes y machistas y sigan teniendo poder para hacer de las suyas.
Cuando murió el vino 
Estos delincuentes siguen empeñados en darle a este gravisimo problema el tratamiento de sus leyes y creen dejar el asunto zanjado con pedir perdón y rezar varios «avemarias». !! No y mil veces no ¡¡ lo que cometen es un delito agravado por el hecho de que en muchas ocasiones son profesores de las victimas lo que deja a estas mas indefensas. Ya vemos el problema psicológico que padecen estas victimas que les cuesta tanto denunciar los hechos, por verguenza y no sabemos que más. Estos DELINCUENTES deben de pagar con la cárcel esos hechos execrables como los demás mortales. Es necesario que conozcan un poco el infierno terrenal.
Huy niña, eres una blasfema, a ver si te van a decir lo mismo que a mí:
«Sois unos putos asesinos!
Vosotros y los que quereis como aliados, los musulmanes.
Que te den, hija de puta! »
Que la mafia católica es muy santa…
Veo que me manda directamente a la carpeta de spam 😥
Mira que bonita noticia de hoy http://www.publico.es/espana/302591/agrede/mujer/negarse/misa
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La verdad es que la lapidación es una costumbre muy nuestra que se esta perdiendo… ¡lapidemos a los curas perderastas!
Completamente de acuerdo, aunque le falte una hache a la homilía. Saludos.
joer, muchas gracias. Ni me había dado cuenta.
Besos.
Yo no sé subir piedras en mi blog porque soy analfabeta tecnológica, pero he puesto mis palabras. La iglesia usa parábolas pero la sociedad civil tiene jueces .
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Entiendo que cuando se dice «quien esté libre de pecado……»
se quiere decir quien esté libre de cualquier pecado, gracias a Dios la mayor parte de nosotros no ha abusado de un niño ni lo hará jamás, eso no quiere decir que no hayamos hecho otras cosas mal.
También entiendo que cuando se dice «……tire la primera piedra» , quiere decirse que nadie debe negar la oportunidad de regenerarse a nadie, pues en una faceta o en otra todos la necesitamos y de hecho todos nos regeneramos en algo todos los días. Si lapidamos sin dar oportunidad de reparar al mal que hacemos , aquí no queda ni uno porque por una cosa u por otra todo el mundo es «reo de muerte».
Eso no es óbice para que cualquier pedrasta ,forme parte del clero católico, musulman, protestante, budista, hinduista, judio, etc…. pase por los tribunales y cumpla su pena, pero de ahí a condenarle a ser un pedrasta toda su vida y estar marcado para siempre con ese sello va mucho, hay que reconocerle la oportunidad de dejar de serlo.
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